Capítulo 3

La acción salta en el tiempo y muestra esta vez a una Jodie adulta. Ella, acompañada de Ryan Clayton, se encuentra en una embajada de un país árabe, deduciblemente en una misión de la CIA. Tras una pequeña conversación de ambos, charlan con un jeque llamado Ahmad. Ryan le presenta a su ayudante, con el nombre en clave Elizabeth, por lo que el jeque adula su belleza al conocerla. Tras despedirse, Clayton asegura que Ahmad le odia, pero ella le ha caído bien. Poco después acuerdan separarse y cumplir con su cometido, yendo Ryan a hablar con el embajador.
Ya en un lugar privado, Jodie contacta con Aiden y le cuenta la misión: buscar unos documentos confidenciales que están escondidos en una caja fuerte, estando ésta en una zona restringida. Tras explicar los detalles, Aiden "sale" de Jodie y busca dichos objetos.
Tras investigar la planta de arriba, descubre que hay un guardia vigilando a través de cámaras todas las habitaciones, por lo que no puede alterar los documentos sin que él se entere. Es por ello que antes se dedica a distraerle para poder actuar cómodamente. Finalmente Aiden consigue llegar al despacho personal del jeque y abrir la caja fuerte, abriendo los documentos y leyéndolos. A continuación, Jodie desde su ubicación trascribe lo que Aiden ve en una libreta, aunque por desgracia la joven sufre ataques por estar demasiado tiempo separada de Aiden, perdiendo su fuerza y control.
Al haber estado tanto tiempo encerrada y soltando gemidos por sus dolores, uno de los guardias llama repetidamente a la puerta para entrar donde Jodie se encuentra. Sin embargo, una mujer reprende al guardia y éste se va. A continuación, entra donde está Jodie y coge las notas que acaba de escribir, diciéndole que no puede ayudarla pero deseándole suerte.
Finalmente, Jodie consigue recuperarse y salir del baño tambaleándose, encontrándola Ryan y ofreciéndole ayuda. Ella le pide que se vayan ya, a lo que él acepta bajo la inquietante mirada del jeque.

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